Ahora más que nunca, necesitamos entender cómo surgen las cosas que ocupan un lugar en nuestra vida. En un mundo en el que priman las producciones en masa y el consumo instantáneo e insatisfactorio, hemos perdido el contacto con el ciclo de creación y la producción original. Todas nuestras creaciones dependen, casi en su totalidad, de la mano de su creadora, ya que siguen un proceso artístico y artesanal. Este hecho hace de cada pieza una obra única y personal.